Parte IV. Kayak en el Rio Apurimac. Cañón negro y blanco.
Tras terminar el cañón del Cotahuasi y bien contentos por haber completado todos los objetivos iniciales del viaje, nos ponemos a pensar sobre que hacer. Todavía nos quedan 7 días en Perú y estamos ociosos por completar de una forma brillante el viaje. Alvaro Normand se regresa a España y nos quedamos tres integrantes.
Decidimos finalmente ir a Cuzco. Otras opciones que barajamos fueron ir al rio Tambo, a remar una sección nunca descendida con Daniel Rondon, pero tenemos dudas sobre la dificultad y el agua que puede bajar por este rio. El resto del Rio Tambo es de clase III y con poca agua. Así que descartamos la idea. Otra opción es ir a remar el Alto Marañón, pero está justo de tiempo y es una logística bastante complicada.
Decidimos que Cuzco es la mejor opción, ya que tiene muchas posibilidades y remar el rio Apurimac en 3 días puede ser grandioso. Enviamos los kayaks por Cruz del Sur Cargo que en 2-3 días llegaron a Cuzco. Mientras tanto, nos deleitamos con la maravillosa gastronomía y vamos con Rambito a remar la sección de Chilca en el rio Urubamba, que es el rio que pasa por Machupichu. Esta sección comienza un poco mas abajo de Ollantaytambo. Un increíble lugar en pleno Valle de Sagrado y de las vías del tren que van a Machu Pichu.
Por fin llegan nuestros kayaks a Cuzco y nos preparamos para ir al rio. Agradecer la ayuda de Carlos Caneto y su agencia Vissionar que nos ayuda con la logística de los transportes.
Llegamos al embarque del Rio Apurimac con Miguel malo de las tripas y decide que no es buena idea entrar en un rio tan fuerte durante tres días. Apoyamos su decisión que nos parece acertada y nos embarcamos Fredy y yo, mano a mano, en las entrañas del Cañón Negro. Dispuestos a vivir grandes aventuras los dos solos en su interior.
Sabemos que Rambito entra con un grupo de clientes y una balsa de Rafting al Cañón Blanco. Probablemente nos juntaremos con el la última noche en el campamento.
Nos embarcamos en el rio sobre la 1 del medio día y estamos 4h remando algo mas de 30km del Cañón Negro hasta que se nos hace casi de noche y paramos para montar campamento. Al poco de parar, comienza un gran vendaval y a llover. Montamos un toldo improvisado con unos trozos de tela que habíamos comprado, las palas y las cuerdas de rescate. Esto si que está siendo una buena aventura jeje, finalmente el cielo se despeja y podemos dormir bajo las estrellas en la preciosa playa de arena.
El día ha sido muy tranquilo y la verdad que el Cañón negro con el agua que había, era casi todo planos con algunos rápidos aislados de III+.
Despertamos con la salida del sol, a eso de las 5:30 de la mañana. Sabemos que nos depara un día largo y con la mayor parte de las dificultades del Rio acumuladas en la jornada.
Comenzamos descendiendo durante una hora y poco lo que nos queda de Cañón Negro. Por fin estamos en el Blanco. La roca cambia y comenzamos a tener grandes bloques de granito blanco, que hacen de la navegación un divertido juego. La dificultad aumenta progresivamente.
Entras en los caos de bloques sin ver una salida clara, aunque se puede ir leyendo el rio. Menos mal que voy con Fredy que me abre camino sin problema.
Llegamos por fin al rápido del Portaje, un clase V, que a nivel técnico no es muy complicado, pero donde no se puede nadar por la gran cantidad de sifones que hay. Lo corremos los dos seguidos y con una sonrisa en la cara salimos bien felices de él.
El siguiente rápido es el “Purgatorio”, un pasillo con bonito drop al final para salir del Rio.
Lo corremos también, con este nivel de agua no hay problema, aunque la verdad que es mejor no quedarte en el drop final ya que hace bastante lavadora.
Seguimos remando por rápidos continuos, buffs, y drops bien chulos.
Llegamos al medio día con Rambito a su campamento, donde tiene montado un garito bien guapo. Nos da de comer y cenar una comida currada y rica. Mil gracias.
En el campamento me puse a volar el dron. Lo mandé lejos y oh… sorpresa… colgado a 120m de altura sobre unas paredes de vegetación y roca. Decido ir en su búsqueda para luego volver al campamento remontado el rio. Siguiendo un puntito en el GPS, que apenas se movía y tras dos horas encuentro el dron en medio de un precipicio del que tengo que bajar haciendo algún que otro rapel… vaya aventura…
Continuamos al día siguiente el rio junto a Rambito. El primer rápido que nos encontramos al poco de salir del campamento es la Muela. Un largo rápido de 300m con bastante desnivel y plagado de sifones. Da respeto, así que decido no hacerlo. Clase V.
Los siguientes rápidos reseñables son un drop de 3m muy bonito y fácil aunque con un sifón un poco mas abajo. Después vienen “Bubalabu” y “la última sonrisa” que están seguidos. Son dos rápidos con mucho desnivel y muchas rocas, pero bastante cortos. Los bajamos sin mirar, a vista y a lo loco. Clase IV+.
Seguimos durante otra hora mas, pero ya en rápidos faciles y de III grado como mucho hasta la carretera donde nos está esperando el chofer con Miguel.
Increíble experiencia, mano a mano con Fredy, del que he podido aprender innumerables cosas. Le estaré eternamente agradecido de haber confiado haber entrado conmigo, los dos solos a semejante rio. No puedo describirlo con palabras lo vivido en el rio. Así que se quedará en mi memoria hasta que el viento se lleve los recuerdos.
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